viernes, 18 de abril de 2014

“Matzá” en el Taller de Narrativa
















La “matzá” es una masa no leudada, plana, nacida del intento por satisfacer dos necesidades básicas: la sobrevivencia y el hambre. Tiene su abolengo, entonces, esta humilde plaquita de cereal y agua.

Para el pueblo judío es símbolo tácito de su huida de Egipto, de su liberación de la esclavitud, de su templanza para sobrellevar los apremios fisiológicos que el apetito no satisfecho provoca.

Gracias a Daniela Rostkier, que compartió “matzá” con sus compañeros/as del Taller de Narrativa, y nos permitió comprobar que sigue siendo realidad en esta Casa el respeto por el amplio abanico ideológico de cada uno de sus integrantes.


Conviven en este espacio quienes sólo reconocen en esta Semana la oportunidad de hacer Turismo, los/as que esperan la Vuelta Ciclista, aquellos/as que profesan ancestrales filosofías orientales y quienes reviven la resurrección de Jesús con unción. 
Entre los milagros que obra la literatura uno es incomparable: siempre nos acerca al Otro; dejarlo entrar o rechazarlo es la responsabilidad que incumbe al grado de libertad construida. 


Gracias, Gabo, por no llevarte contigo las palabras...




Tus palabras son y serán 

espada, escudo y fortaleza
antídoto, remedio y panacea
paloma, amuleto, y mensajero
coronel, gitano y confidente
amigo, hermano y amante
que nos defenderán por siempre

de esa puta llamada soledad



Germán Olivera
Centro de Formación Humanística
PERRAS NEGRAS