lunes, 29 de septiembre de 2014

Para reflexionar en el Día de la Educación Pública...


















En un Primer Año de Liceo Público, en clase de Idioma Español, empezamos a trabajar en el conocido texto de Eduardo Galeano que se inicia así: “Magda recorta palabras de los diarios...”

Para transferir la historia a un plano real, propuse que forraran dos cajitas: una de papel azul, donde guardarían seis deseos, formulándolos con una sola palabra en trocitos de hoja; otra, en papel blanco, donde colocarían sus carencias, siguiendo el mismo procedimiento.

De treinta alumn@s que conforman el grupo, sólo dos o tres escribieron palabras como compañerismo, amistad, diversión, atención, egresar...; el resto, reiteró “celular, plasma, play-station, moto, ...”.

¿Somos l@s docentes quienes generamos este tipo de motivación, que sólo apunta al consumismo desenfrenado y, lo que es peor aún, al anestesiamiento de los sentimientos, sustancia vital en el proceso de construcción de la identidad?


Sí, la Educación es cuestión de tod@s: de la familia, de las autoridades, del gobierno, del sistema económico, de los medios. Y estos molinos de viento son verdaderos gigantes; Don quijote no estaba equivocado. Por eso, estamos acostumbrad@s  l@s docentes a caer con la carga de todas las responsabilidades que falazmente nos adjudican. Aunque, una y mil veces, nos levantamos...