L@s docentes
sin actitud de compromiso
☻ Trabajamos en dos turnos, o sea, unas 14
horas diarias (sin computar las horas de
traslado, puesto que una amplia mayoría no nos desempeñamos en una Institución barrial).
☻ En
épocas de Reuniones de Evaluación, trabajamos durante tres turnos (porque por orden de las Autoridades competentes, esos actos deben realizarse a contraturno, como si se tratara de actividades
desconectadas del seguimiento natural al proceso de nuestr@s estudiantes. Por lo
tanto, nos levantamos a las cinco de la madrugada, para ser puntuales).
☻ Durante los fines de semana, planificamos y corregimos en régimen de cortesía hacia el Estado, porque esas horas -quizás tantas como las de
los días hábiles- nunca han sido remuneradas ni reconocidas de manera
alguna. Ser familiar de un docente no es "changüí"en Uruguay, pero estamos segur@s de que en Finlandia lo es.
☻ Como
tod@s l@s trabajador@s, descansamos 30 días al año, en Enero. En Febrero comienzan el trabajo administrativo, los tribunales de exámenes,
las Coordinaciones previstas por las Direcciones; en Julio y en Setiembre,
el mismo calendario.
☻
Trabajamos en locales carentes de ventilación ni calefacción (en
perfecto estado de ebullición o helándonos cuerpo y mente, junto con nuestr@s alumn@s, por supuesto) por ilustrar someramente sobre “esa caja de
instrumentos" con que dicen habernos munido hasta el momento.
☻ Trabajamos
en las zonas más remotas del país, en los contextos más críticos, y
hasta en las Cárceles. En esos frentes estamos, munidos de algún tenedor si acaso,
porque no somos ni asistentes sociales ni psicólogos ni médicos ni padres
ni madres sustitut@s pero la necesidad y el vivo espíritu vocacional nos impelen
a actuar como tales ante el abandono cabal del que son víctimas un alarmante
porcentaje de nuestr@s estudiantes. La paternidad responsable es también
una obligación, la primordial.
☻ Con
nuestros magros recursos, generamos almacenes de ropa, de alimentos, de
útiles, porque no hay jornada en la que no nos lastimen el alma los “¡Ay, profe,
tengo frío” o “¡Ay, profe, no nos presta un pesito porque tenemos hambre”!
Sí, señoras y señores, así estamos transitando el 2015 en muchísimos
Establecimientos de Enseñanza.
☻ Y
porque en estas condiciones trabajamos, nos enfermamos, caballito de batalla
preferido por las estadísticas cómplices y los medios de prensa encubridores.
Es efímera la magia a nuestro alcance. Efímera y, maquiavélicamente
invisibilizada por quienes se atreven a arengar a la sociedad
en contra de su más esforzada vanguardia: ést@s aquí apenas esbozados:
l@s docentes sin actitud de compromiso.