La casa de huéspedes
Esto de ser un ser humano
es como administrar una casa
de huéspedes.
Cada día una nueva visita,
una alegría, una tristeza,
una decepción, una maldad,
alguna felicidad momentánea
que llega como un visitante
inesperado.
Dales la bienvenida y
acógelos a todos ellos,
incluso si son un grupo
penoso
que desvalija completamente
tu casa.
Trata a cada huésped
honorablemente pues
podría estar haciendo espacio
para una nueva delicia.
Al pensamiento oscuro, lo
vergonzante, lo malvado,
recíbelos en tu puerta
sonriendo e invítalos a entrar.
Agradece a todos los que
vengan
pues se puede decir de ellos
que han sido enviados
como guías del más allá.
RUMI