1.
Como el cuento se levanta narrativamente con base en un solo hecho narrado, que
algunos llaman “anécdota” o “historia”, escríbelo con el menor número de
palabras que puedas.
2.
Por lo regular, el hecho narrado debe definirse en dos o tres frases y siempre
tiene una sustancia humana: la venganza, el desamor, la amistad, los celos, la
salvación, etcétera. Por ejemplo, el cuento Diles que no me maten, de Juan
Rulfo, el hecho narrado de venganza es el siguiente: Cuarenta años atrás un
señor asesinó a su compadre por un problema de colindancia de tierras; ha
andado huyendo todo ese tiempo, hasta que un coronel, hijo de aquél compadre
asesinado, lo encuentra y lo fusila.
3.
Si el cuento tiene más de un hecho narrado, zigzaguea y no es posible darle un
buen final y queda un cuento flojo. Si, por ejemplo, Rulfo se pone a narrar la
historia del coronel y el conflicto de celos que tiene con su mujer, el cuento
hubiera tomado dos caminos y difícilmente hubiera podido resolverlo. El
problema es que hay dos hechos narrados compitiendo entre sí: la venganza y los
celos. En una novela es posible y necesario que dentro de ella existan
múltiples hechos narrados, pero la novela ya es otro género narrativo. El
coronel sólo va a cumplir una función en el cuento: vengar el asesinato de su
padre, fusilando al fulano.
4.
Esto quiere decir que los personajes en los cuentos están para cumplir
funciones narrativas concretas. Desde un personaje incidental hasta el
protagonista, el antagonista, o uno secundario. Si el incidental es un
elevadorista, su función es abrir y cerrar la puerta del elevador y ni siquiera
es necesario describirlo. Sólo se le dice elevadorcita y ya; ni su nombre
interesa a los fines del cuento.
5.
Por ello, los personajes son simples funciones narrativas del cuento. La
función del protagonista es estar en conflicto con el antagonista y viceversa,
y nada más. Debido a esto la descripción de ellos necesita ser breve: el
asesino andaba despeinado y vestía una camisa amarilla; el coronel iba sin
gorra. Las demás características físicas las pone el lector, esa es su
participación imaginativa. Hay que suponer que el lector es inteligente y
sensible; no hay que explicarle ni describirle todo. El lector completa lo
cuento no dice. Así, pues, el escritor establece una frontera invisuble entre
el texto y el lector.
6.
Entonces, todo cuento incluye un conflicto entre dos fuerzas que se oponen. El
cuento tradicional tenía cuatro partes: principio, desarrollo (donde se veía el
conflicto), clímax y final. El cuento moderno, el inaugurado por Edgar Allan
Poe, comienza ya con el conflicto desarrollado. Y el cuento va a presentarnos
en qué consiste ese conflicto. En los cuentos de Poe, desde el principio
sabemos que hay una historia visible y una historia oculta; el lector espera
todo el cuento para conocer la historia oculta, donde está la base del
conflicto.
7.
A partir de Poe el cuento moderno se ha desarrollado. Ya se puede comenzar por
cualquier parte del conflicto desarrollado y no es necesario advertir ni hacer
notar que hay una historia oculta. Al contrario: el lector debe suponer que
sólo hay una historia. Para ello, el escritor debe ocultar la historia
definitoria del hecho narrado y lo hace distrayendo al lector, haciéndole creer
que los sucesos que se cuentan tienen otro valor dramático. Un ejemplo: “La
mujer lo vio, le atrajo, ya quería estar con él, devorarlo, hacerlo suyo. La
mujer tomó los cubiertos y cortó el primer trozo de corazón de filete”. Se hizo
pensar al lector que la mujer se refería a un hombre, pero en realidad se
trataba de pedazo de carne de res, pero no se le mintió al lector: un filete
suculento puede atraer, se quiere estar con él, se desea devorarlo y hacerlo
nuestro. A este mecanismo, Juan Bosch le llamó distractor o línea de
distracción. Con un solo distractor vendrá inevitablemente un cuento muy corto.
Entre más líneas de distracción tenga, el cuento será más largo.
8.
Si los distractores se han mantenido digamos tres páginas, el lector irá
sintiendo la tensión que esto implica hasta llegar al clímax. En este punto, el
lector no debe haber adivinado el final; debe suponer un final que alguna línea
de distracción le señala.
9.
Al revelarle el final, el lector hace un recuento de lo que leyó y se da cuenta
de que a los sucesos él le dio otro valor dramático y que no fue engañado. El
final requiere develar un efecto emotivo único, como decía Poe, o un efecto de
reflexión, o en parte emocional y en parte meditativo.
10.
El final puede ser sorpresa. Ambiguo cuando el lector tiene que elegir entre
dos opciones de final. Abierto donde el lector elige entre un puñado de
posibilidades de finales. Circular cuando termina por donde comenzó. Y puede
haber otro tipo de finales pero estos son los principales. Entre más
distractores mantenga el cuento, más posibilidades de final puede elegir el
escritor y/o el lector.
11.
La sustancia del cuento es el verbo, pues los verbos implican acción y el
cuento no es más que un sistema de acciones de principio a fin. Así podemos
decir que la sustancia humana (venganza o celos) debe representarse con un
hecho narrado; el hecho narrado se despliega en un sistema de acciones con base
en los verbos, lo cual lleva a mostrar la sustancia humana, que a su vez es el
hecho narrado y etcétera.
12.
El cuento necesariamente debe mostrar un significado externo a sí mismo, además
del que revela el final. Cuando el coronel fusila al matador de su padre se
cumple el significado de la venganza. Pero el cuento Diles que no me maten
también nos señala que mientras siga habiendo propiedad de la tierra, habrá
conflictos entre los propietario que pueden llevar a la muerte de uno, de otro
o de ambos. Es decir el cuento de Rulfo sigue vigente.
13.
Recuerda que un adjetivo que no agrega médula al sustantivo se convierte en
tropiezo, lo mismo sucede con los adverbios, los gerundios y los participios.
Estos últimos son recursos de apoyo nada más. El gerundio sirve para hacer
avanzar una determinada acción. El participio es un sustantivo disfrazado. Los
adverbios terminado s en “mente” son los más horribles y buscan la credibilidad
forzada del lector y casi siempre tienen su forma desplegada: “Forzosamente”
puede sustituirse por “Por fuerza”.
14.
Una buena atmósfera (luz, oscuridad, olores, sabores; lo concerniente a las
sensaciones) le da una buena cantidad de fuerza al relato. En el cuento Emma
Zunz de Jorge Luis Borges, hay un momento en el que Emma se encuentra en el
laberinto de un puerto, destinada a entregar su virginidad, y en ese momento ve
hacia una ventanita rectangular y Borges dice: En ese momento el día estaba
agonizando. ¿Por qué no dijo que atardecía o que estaba cayendo la bola naranja
del sol, o que se gestaba el crepúsculo? Porque el acto que iba a realizar Emma
representaba una agonía para ella y porque, más a delante, un personaje también
va agonizar. Esto implica, que la atmósfera debe ir acorde con el hecho
narrado, sin exagerar.
15.
El ambiente (que a veces se confunde con la atmósfera) nos muestra con brevedad
cómo es el lugar del suceso, que nivel social tiene, si es agradable o no. Por
ejemplo: “Alicia entró a la sala y percibió el aroma de maderas finas, sus pies
iban sobre una sepia alfombra gruesa y suave”. Comparémoslo con este ejemplo:
“Alicia tomó asiento en la silla de pino, recargó un brazo sobre el mantel de
plástico de flores rojas y le vino el olor del carbón y a caldo de papa”.
Tenemos dos ambientes opuestos, pero presentados con rapidez.
16.
Frente a la cultura avasallante de la imagen, llamada mediática, es preferible
hacer la descripción con acciones de los personajes. Ejemplo: “La mujer
pelirroja abrió con rapidez la puerta metálica, las luces que giraban daban
distintas tonalidades a su minifalda amarilla; se abrió paso entre un montón de
gente que cargaba vasos, pasó junto a la barra sin poner atención a la música
que lanzaba un grupo al fondo. Tomó asiento, entre el humo de cigarrillos, en
una mesita donde se encontraban tres hombres de traje gris y se puso a hablar
con el de lentes oscuros”. Aquí la participación del lector es importante
porque él imagina su propio bar o antro, su música, el tipo de hombres en la
mesita y, sobre todo, a su pelirroja (su estatura, si es guapa o fea, el tipo
de peinado, etcétera).
17.
Describir durante las acciones de los personajes es una de las ventajas del
cuento o la narrativa ante, por ejemplo, una película. Cuando en un filme se
nos presenta un bar, el bar es como está en la pantalla y no de otra manera, la
pelirroja es esa y nada más. Todos los que están en la sala ven lo mismo; no
necesitan imaginar nada. En el cuento, el espectador-lector ayuda a crear las
escenas y también va construyendo el cuento junto con el escritor. Hay un
ejercicio importante de su imaginación.
18.
Finalmente, para fortalecer la credibilidad, la verosimilitud de lo que se está
contando, crear ciertos detalles es de vital importancia. Imaginemos un
principio con conflicto desarrolla: “Teresa y Felipe están desayunado ante una
larga mesa. Suena el celular de ella, quien se pone en pie y sale a la terraza
a contestar para que su marido no escuche su conversación. De pronto, Felipe se
levanta, gritándole a Teresa que era la última vez que le permitía. Toma el
plato de hot cakes y lo lanza contra la pared. El hot cake va resbalando sobre
la pared dejando una mancha marrón gruesa y Felipe sube al segundo. Teresa dice
algo, cuelga y alcanza en la recámara a su marido, quien carga un portafolio de
cuero crudo con las letras doradas FRS. Ella trata de calmarlo”. En este
fragmento, quizá no convenza tanto que ella salga a la terraza, que él grite y
aviente el plato. Lo que le da fuerza a los sucesos descritos son dos: a) El
hot cake que resbala por la pared dejando la mancha marrón y b) Las letras
doradas del portafolio. Con estos detalles, que parecen al margen del
conflicto, el lector dice ´”sí, esto está sucediendo”, pero esta aceptación,
desde luego, es inconsciente. Y para terminar, pues se mostró un principio con
conflicto desarrollado, el cual debe abrir expectativas y preguntas inevitablemente:
a) Por qué es la última vez, b) Por qué ella sale a la terraza a responder, c)
Con quién hablaba. Estas preguntas las resolverá el desarrollo del cuento e,
inevitablemente, el escritor necesitará ir al pasado remoto, distante del
pleito de los hot cakes, para ir dando información de cómo se gestó el
conflicto. Y puede ir combinando momentos en el presente con vueltas al pasado
remoto, creando los distractores (digamos en este caso de celos de Felipe; pero
va a resultar otra cosa) hasta llegar al clímax y luego al final.
Guillermo
Samperio
De: http://columnasenpie.todomepasa.net
¿Estás de acuerdo o en desacuerdo con Guillermo Samperio? ¿Te gustaría plasmar estos consejos en tu escritura? |
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