Desde que empezara la ‘Operación Margen Protector’ en la Franja de Gaza,
la mayoría de muertos y heridos en Gaza son civiles. El personal sanitario
también se encuentra bajo el fuego, ha afirmado hoy la organización
internacional médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF).
Tras los fuertes bombardeos de la noche del sábado y del domingo por la
mañana en el barrio de Ash Shuja’iyeh de la ciudad de Gaza, la mayoría de los
heridos que llegaron a la sala de operaciones del el hospital de Al Shifa,
donde trabaja MSF, eran mujeres y niños. El personal de MSF ha sido testigo de
la huida de cientos de personas de la zona. MSF pide a Israel un cese inmediato
de los bombardeos a los civiles atrapados en la Franja de Gaza y que garantice
la seguridad del personal sanitario y las estructuras de salud.
“Los bombardeos y los ataques aéreos no son solo intensos sino también
impredecibles. Esto hace que los equipos de MSF y los trabajadores médicos no
puedan moverse libremente para proporcionar la asistencia médica de urgencia
que en estos momentos es imprescindible”, afirma Nicolas Palarus, coordinador
médico de MSF en Gaza.
Entre los heridos en el barrio de Ash Shuja’iyeh hay dos hermanos de
ocho y cuatro años que sufren quemaduras graves provocadas por un misil que
cayó sobre su casa y están ingresados en la unidad de quemados de Al Shifa.
Debido a los intensos bombardeos durante toda la noche del sábado al
domingo, la gente no pudo empezar a huir de la zona hasta al amanecer. Lo
hicieron a pie o en coches sobrecargados. Algunos heridos consiguieron llegar
al hospital en ambulancia y otros por sus propios medios.
“En la sala de reanimación la mitad de los casos severos se murieron al
cabo de unos minutos y la mitad necesitaron cirugía”, afirma Audrey Landmann,
coordinadora médica de MSF en Gaza. “La mitad de los que ingresan en urgencias
son niños”.
En el hospital, MSF también ha sido testigo de la muerte de dos
paramédicos cuando intentaban sacar a los heridos de Ash Shuja’iyeh. Otros dos
resultaron heridos. Por otro lado, la mañana de ayer un coche de MSF claramente
identificado pudo escapar de un ataque aéreo que se produjo a escasos 300
metros. Las autoridades israelíes habían garantizado poco antes la seguridad
para este coche de MSF que iba a recoger a un equipo de cirujanos al paso
fronterizo de Erez para llevarles hasta la ciudad de Gaza.
“El personal sanitario y las estructuras de salud deben ser respetadas,
y no debe haber ataques contra ambulancias u hospitales o en sus
inmediaciones”, exclama Palarus.
Desde que Israel lanzó la ofensiva terrestre el número de víctimas ha
crecido exponencialmente.
“La versión oficial es que el objetivo de la ofensiva terrestre es
destruir los túneles, pero lo que vemos en el terreno es un bombardeo
indiscriminado. Quienes están muriendo son civiles”, afirma Palarus.
Las familias de tres miembros del personal de MSF se están refugiando
en la clínica de cuidados post operatorios en la ciudad de Gaza. “No tienen
donde ir y cruzar la frontera no es una opción realista” afirma Palarus. “Los
refugios de las Naciones Unidas están abarrotados y las condiciones de higiene
son muy preocupantes”.
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