Una historia que extraño
Yo era muy niña, de
aproximadamente 3 años, y me perdí.-
Salí de mi casa y
caminé.-
Caminé por donde hacíamos
los mandados con Isabel.-
Isabel era mi vecina, una
señora mayor, viuda, muy trabajadora.-
Aprendí muchas cosas con
ella.-
Era maestra jubilada y
aún así tenía que seguir dando clases particulares.-
Me encantaba ir a su casa
a juntar flores y armar los floreros; vivíamos frente por frente.-
Me llevaba al almacén, a
la panadería y aprendí a cortar determinadas flores para llevar al cementerio.-
Cuando florecían los
agapantos, los lirios, los iris, no podías cortar esas flores; se guardaban
para ir al cementerio.
Podía cortar rosas,
fresias, narcisos, calas, lilas, hortensias, jazmines del cabo e ingleses y
tulipanes.-
Y en su jardín había una
planta inmensa: era la tumbergia; esta planta tenía más de 70 años, es el
jazmín del cabo cuyo injerto fracasó y de ella florece la verdadera gardenia.
Una flor exquisita que parece un paragüitas y su aroma es única.-
Cuando salí de mi casa
sin rumbo no fui a la suya.-
Caminé por la vereda
pasando mi dedo índice por los muros de las casas como raspando, eso mismo lo
hacía mi papá.-
Crucé una calle muy
transitada y llegué al almacén y me quedé en la puerta.-
El almacenero me miró y
dijo: Es la niña que viene con Isabel.-
El Señor, de origen
armenio, me tomó de la mano y me llevó a la casa a la casa de Isabel y le contó
lo que ocurrió.-
Ella me miró y me dijo
“Ay, nena” como me dice siempre, aunque ya no soy una nena.-
Y me cruzó a mi casa.-
Esta historia la he
revivido cientos de veces, pero no la recuerdo.-
Y tampoco escucho su voz,
ya no escucho a Isabel, ya no está para contármela, ni para ir al almacén ni
para llevar flores al cementerio.-
G.-
Un sueño en la Vida
No se cumplieron los
sueños de Laura, hizo todo lo posible pero no la prepararon para las
consecuencias de su logro.
Creyó en un comienzo que
las cosas fluyen solas o peor aún: que no estaba “bien visto” realizar
determinados actos para continuar con su éxito logrado. No solamente la
asesoraron incorrectamente sino que también criticaron su postura de dar un
paso adelante, ya que su juventud e inteligencia le permitían ver más allá de
sus ancestros. Incluso criticaban su vida personal y profesional: “Hay que
pagar 10 años de derecho de piso para que te reconozcan”.
Pero pasaron 24 años:
Laura ha cambiado; lo que importaba antes ahora no tiene ni siquiera sentido.-
Hoy, su logro más
importante es haber evolucionado en su mente y en su corazón.
Pero ahora tiene un desafío
mayor: disfrutarlo.-
G.-
Taller Súper-Intensivo de Escritura Narrativa. (Ciclo de Verano)
Centro de Formación Humanística
PERRAS NEGRAS
PERRAS NEGRAS
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