Simplemente,
porque ya había elaborado un proyecto personal: escribir para niños/as, y
estaba en busca de una orientación específica. Aunque respaldada en material
creado durante años, ese instinto natural de quien practica la escritura
vocacionalmente, le insistía en que no eran suficientes su montón de cuadernos
desbordando historias de diversos matices.
No es ninguna
novedad que la categorización “literatura infantil” es polémica y muchos/as escritores/as
como críticos/as se oponen a dicha etiqueta. Pero también es cierto que la
psicología infantil requiere un tratamiento particular del texto literario.
Intentando ese
equilibrio está Elizabeth -madre de dos hijas jóvenes, esposa, ama de casa,
trabajadora-; ahora es su tiempo y se lo está concediendo.
¡Bienvenida a su
espacio personal, después de “las postergaciones propias del sexo”, ilegítimas
por cierto pero aún taaan vigentes!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu interés