lunes, 21 de abril de 2014

Toda una industria a tracción sanguínea




















Relinchos anónimos


Es el compañero en la guerra y en la paz.
Por decreto, desde el 26 de octubre de 1908, el caballo, con su  negra estampa, suelto y libre, sobre un suelo de plata supo ganarse su lugar en el escudo nacional. Fue el laborioso criollo en las faenas del campo. Le fingió mansedumbre de oveja al gurí que porfiado e intrépido se le subió en pelo. Entre corcovos y relinchos conoció montura, freno, bozal y  riendas.  Descubrió el rebenque en las manos  del hombre y las espuelas en las botas.  Los puntajes en el cambalache folclórico van robusteciendo destrezas ilusorias. Mientras, por las calles atraviesan pingos viejos, hastiados, cargando sus miserias.



Susana Matteo

Centro de Formación Humanística

PERRAS NEGRAS