sábado, 18 de marzo de 2017

Diana Nion y el encanto de una miniatura artística.















El viaje de la lágrima

          En medio de la noche, la joven dormía plácidamente. Por uno de sus ojos, una lágrima, curiosa, atravesaba las pestañas rojizas. Con timidez, recorrió las pecas de la mejilla. Cuando llegó al mentón, ansió visitar el hoyuelo que la embellecía; sin embargo, la gravedad implacable la echó sobre los senos vírgenes. Ella se sintió feliz sobre su regazo, pero las curvas celosas la desviaron hacia el brazo que escapaba de la sábana. Como por un tobogán cayó dentro de la mano que rozaba el suelo del cuarto. Inmóvil, en el interior de la palma, decidió descansar. Después de unos instantes, empezó a sentir el intenso calor que emanaba de esa piel ajena. Comprendió que, de permanecer allí, se evaporaría. El final de su existencia se aproximaba. Dio una ojeada a su alrededor y percibió su soledad. Avasallada por el miedo, quiso pedir ayuda; no obstante, ignoraba cómo hacerlo. Ávida por desahogar su pena, intentó llorar; advirtió que su aspiración era absurda. Sin salida, se resignó.

         En su letargo escuchó un sonido distante. Decidió ir tras él. Apeló a las fuerzas que le quedaban y dio un salto hacia las gastadas baldosas del cuarto. Reptando abandonó la casa. Afuera, nuevos desafíos la esperaban: escalones, hojarasca, y desniveles llenos de barro. Evaluó el tamaño de su cuerpo: había mermado. En ese instante, el temor de no lograr su objetivo la asedió, pero el silbato, nuevamente, la estaba convocando.

          Llegó al muelle, desfalleciente. En él había amarrado un buque viejo. Levantó la mirada hasta alcanzar la chimenea: un conjunto de grullas la habitaban. Al verla, las aves, con entusiasmo, agitaron sus alas en señal de bienvenida. La lágrima no pudo devolver la gentileza. Sostenida en el filo de la piedra, bajó la vista. En el fondo encontró al océano; sentimientos desconocidos se apoderaron de ella, y mientras se arrojaba para ingresar en su universo, la sirena del barco sonaba por última vez.

Diana Nion
Escritora uruguaya, autora de La Otra Escena (cuentos).
diananion4@gmail.com