martes, 23 de septiembre de 2014

A 160 años de tu dignísima muerte, la persecución no cesa; tampoco, la abominable traición porque la deslealtad es el peor de los delitos imprescriptibles.



José Gervasio Artigas
Protector de los Pueblos Libres
23 de setiembre de 1850- Paraguay 

(su tierra de exilio)



A 160 años de tu dignísma muerte, la persecución no cesa, e inútiles son para la identidad colectiva todos los actos de protocolar homenaje si la verdadera Historia sigue amputada. Esa Historia que, por diversos e infames intereses, sigue acallando la cacería vilmente organizada por Fructuoso Rivera desde el año 1820 contra tu persona, tu heroicidad, tu ideología, tu insobornable sentido de libertad. No por casualidad ha sido desterrada del Archivo Histórico Nacional la siguiente prueba (junto a otras del mismo tenor):



“Sr. D. Franco. Ramírez.

Montevideo, Junio 13 de 1820
Mi estimado amigo:

Ayer recibí su carta del 31 por el Capitán D. Laureano Marques que sale ahora mismo con la presente.
Hace dos días que escribí a usted instruyéndolo de mi actual situación, y al mismo tiempo, del estado de esta Provincia, indicándole lo interesante q. sería para esa y esta establecer relaciones de amistad y comercio para cuyo medio se ponía (sin comprometer a la que gobierna) en estado de reparar los males que ha causado la guerra.
Todos los hombres, todos los Patriotas, deben sacrificarse hasta lograr destruir enteramente a Don José Artigas; los males que ha causado al sistema de Libertad e independencia, son demasiado conocidos para nuestra desgracia y parece escusado detenerse en comentarlos, cuando nombrando al monstruo parece que se recopilan. No tiene otro sistema Artigas, que el de desorden, fiereza y Despotismo; es escusado preguntarle cuál es el que sigue. Son muy, son muy marcados sus pasos, y la conducta actual que tiene con esa preciosa Provincia justifica sus miras y su Despecho.
El suceso de Correa me ha sido sensible, y puedo asegurarle que todos han sentido generalmente que hubiese conseguido Artigas este pequeño triunfo. Yo espero y todos que usted lo repare, y para que usted conozca mi interés diré lo que he podido alcanzar en favor de usted de su excelencia el Señor Barón de la Laguna.
Su excelencia apenas fue instruido por mi de sus deseos me contestó que había sido enviado por Su Majestad para proteger las legítimas autoridades, haciendo la guerra a los Anarquistas, en tal caso considera a Artigas, y como autoridad legítima de la provincia de Entre Ríos a usted, de consiguiente para llevar a efecto las intenciones de Su Majestad me previene, que avise a usted que estaban prontas sus tropas para auxiliarlo, y apoyarlo como le convenga, y para esto puede usted mandar un oficial de confianza, con credenciales bastantes al Rincón de las Gallinas, donde se hallará el General (fin de foja 1).

(sigue foja 2):
Saldaña, con quien combinará el punto o puntos por donde le convenga hacer presentar fuerzas e igualmente la clase de movimientos que deben hacer.
Usted persuádase que los deseos de Su Excelencia son que usted acabe con Artigas y para esto contribuirá con cuantos auxilios están en su Poder.
Con respecto a que yo vaya a ayudarle, puedo asegurarle que lo conseguiré, advirtiéndole que debo alcanzar antes permiso Especial del Cuerpo Representativo de la Provincia para poder pasar a otra, mas tengo fundadas esperanzas en que todos los señores que componen este Cuerpo no se opondrán a sus deseos ni los míos cuando ellos sean ultimar al tirano de nuestra tierra.
No deje usted de continuar dándonos sus noticias, mucho nos interesa la suerte de Entre Ríos; para que usted le asegure una paz sólida, todos estos señores, Su Excelencia el Señor Barón, y yo trabajaremos.
En todos casos quiera contar con la amistad de su atento seguro servidor y amigo, que besa su mano.

(Fdo.) Fructuoso Rivera”


Material extraído de: http://caio.uy.over-blog.com