martes, 27 de mayo de 2014

Descubrir...



















HE DESCUBIERTO ALGO


He descubierto algo: asomó un día, no hace mucho, en la ventana de mi vida, y se metió en ella. Suena como melodía, me mantiene alerta,  escarbo en mi cerebro, buscando siempre. Presto atención a los ruidos del mundo, a la naturaleza, me detengo en una hoja, en la lluvia, en el suelo. Siento mis neuronas en movimiento. Siento necesidad de expresarme, de desnudar mis ideas, pero más que nada, de escribir lo que siento. Es  un estado del alma. Será que a esta altura de la vida se adquiere más conciencia del ser, de la vida misma, de lo que nos rodea. Pero quiero escribirlo y es un trabajo arduo aunque  placentero. No encuentro las palabras, tropiezo con las ideas. Se aparecen todas juntas, y quiero atraparlas y no puedo.  He encontrado, en el Taller Literario, herramientas para ordenar todo esto. Ahora sí, tal vez pueda con ello. Hoy es martes. Estoy esperando ansiosa la hora de nuestro encuentro. Gracias, Taller por existir. Gracias a su hacedora.


Marta Maldonado

Taller de Narrativa de Pasiones Literarias

Centro 
de Formación Humanística
PERRAS NEGRAS


Querida Marta:

En esta Semana singular del Libro, mejor presente no podría haber recibido, y ésto, dicho sin el menor engreimiento y con la convicción profunda de que la Literatura es el cable a tierra más sólido al que nos podemos aferrar. En principio, porque teniendo conciencia de sus múltiples valores, conservo el privilegio de seguir construyendo, esperanzadamente, con el mismo material que una vez supuse el más adecuado a mis ideales y a mis límites. Al mismo tiempo, porque docente y discípulo son una fusión tan indisoluble que no es posible reconocer a uno sin el otro, también yo espero con ansiedad nuestro encuentro, para el doble y simultáneo desafío de aprender lo que ustedes silenciosamente vienen enseñándome y transmitirles lo que he asimilado, apenas un rato antes o treinta años atrás.
En ti, en mí, y en todos/as los/as talleristas... en fin, en todos/as los/as anónimos/as amantes de la Palabra, se concentran las posibilidades de esa multiplicación infinita del fiel espejo que es la Literatura, un territorio donde podemos explorarnos y explorar el mundo, donde “traspasados por un rayo de sol” -como dice Salvattore Quasimodo- ya no estaremos solos “sobre el corazón de la tierra” ni temeremos que sea, “de repente, la noche”. Alguien nos acerca un Libro y alguien nos espera dentro de un Libro; alguien, igual y distinta a ti, florecerá de ese Libro, porque sobrada sabiduría tuvo aquel que dijo: “Sos mi flor de cartón”.
Gracias, en ti, a todos/as, por esta emoción profunda.
Un apretado abrazo:
Ana