viernes, 24 de enero de 2014

¿Dos meses son suficientes para escribir así?


La espera


         Estoy mirando por la ventana, estoy aburrida, ya no se qué hacer para que el tiempo pase más rápido, esta espera me tiene fuera de mi. Todo lo que estoy haciendo me recuerda lo que no quiero recordar. Estoy aburrida de recordar, me propongo pensar sin parar, para evitar que los recuerdos vengan a mí, no logran invadirme porque pienso, pienso y no paro de pensar.

         Sigo mirando por la ventana, en la plaza de enfrente hay un montón de niños, ahora hay una madre que corre a socorrer al suyo que esta de cara al suelo y llorando. La mujer no sabe qué hacer, porque el niño sangra un poco, las demás madres intentan ayudarla, todas corren como locas sin saber muy bien como ser útiles. Parece que no es tan fácil esto de ser madre, yo siempre me lo imagino fácil pero viendo este cuadro… parece que esas mujeres no se relajan nunca, no se las ve tan felices como deberían.  Ahora hay otras dos mujeres separando a dos niñas que están agarradas de los pelos y la muñeca por la que pelean está olvidada en la arena. Parece que cada madre se lleva a su hija para su casa, porque recogen sus cosas y se van, pero la muñeca en cuestión queda tirada en la arena, nadie repara en ella. Yo soy un poco como esa muñeca ahora, estoy también tirada en la arena, sola y nadie se acuerda de mí. Estoy sola y esperando, esperando esa llamada que no llega, todavía no es hora.

         No tengo que parar de pensar para que los pensamientos torturantes no acudan, sigo mirando por la ventana, el semáforo cambia a rojo, un coche frena de golpe, el de atrás lo choca apenas, los conductores se bajan, se gritan, se acusan mutuamente,  se acerca el policía de la esquina, se llena de curiosos… la vida afuera sigue como siempre, la gente pasea, los niños juegan, los niños pelean, los grandes pelean, los grandes se ponen de acuerdo y yo sigo acá, esperando.

         Falta poco, ya casi es la hora de la llamada, ya no puedo esperar más, de ese resultado depende todo, dependo yo misma y ya no puedo seguir esperando. No puedo leer, no me concentro;  no puedo mirar tv, nada me interesa;  no puedo hacer nada, solo estoy ocupada en no pensar en eso que no puedo parar de pensar. Lloro, estoy llorando, no me puedo contener, pienso diferentes resultados y lloro, de alegría, de tristeza, no sé, lloro y no puedo parar. Sigo mirando por la ventana, afuera la gente sigue como si nada, la gente sigue viviendo como siempre, a pesar de mi espera. Llega una camioneta con promotoras, se bajan, están repartiendo una bebida nueva que promocionan, la gente se amontona, se empujan, todos quieren llegar primero.

         Me sobresalto, un timbre que por un segundo no puedo reconocer, sí, es el teléfono, corro hacia él… 
Luz Vaira




Duración:

Febrero y Marzo
8 semanas- 24 horas
(+ 3 horas a insertar a conveniencia del grupo)

Frecuencia:
Jueves, de 18.30 a 21.30 horas
  
Modalidad:
Teórico-práctica
La teoría contemplará los aportes de los escritores paradigmáticos del cuento moderno: Poe, Chéjov y Kafka.
La práctica implicará la producción personal aplicando las técnicas de dichos autores.

Objetivos:

* Reconocer los esquemas básicos de la escritura contemporánea del cuento.
Habilitar a la integración en un Taller de nivel medio anual, donde se trabajan técnicas más complejas, a iniciarse en Abril.

Inscripciones:
Hasta el 3 de febrero

Honorarios:
* En dos pagos mensuales.
* Bonificación por pago total.
* Bonificación por dos personas.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por tu interés