viernes, 30 de enero de 2015

“...dejo estas flores en el retablo de su nombre...”













Flores azules para que no vuelva a llover


Hoy pondré estas flores para ella,
las pondré bajo el altar de un trueno
bajo el anillo de tórtolas al aire
y cantaré su naufragio rojo
frente a la fiera de todas las noches.
Hoy hablaré como ella a sus hijas,
susurrándole una lágrima cortada,
imitaré la mueca de su pureza
cada vez que el golpe llegaba
y dejaba surcos de una sombra sumisa,
que no deseaba un encuentro.

Esta tarde, cuando el sol es un puerto claro
y no hace otra cosa que abrazarse entre horizontes
diré por ella las últimas palabras de la lluvia,
con estas flores azules haré una casa de cuerpos infinitos,
para que ella, más allá de su sangre se recuerde,
victoriosa sobre jirones cobardes,
o mejor aún, como el reposo de lo iluminado
llenando los rostros de los sueños,

dejo estas flores en el retablo de su nombre,
para que no vuelva a llover,

cuando ella despierte.



© Ada Rubín

Homenaje a las mujeres abusadas, violadas y asesinadas.


De: http://antologiagritodemujer.blogspot.com


Manifestarnos en las plazas no es suficiente para detener el avance “machista”.


Según informe de la CEPAL de fines del año pasado, Uruguay posee la mayor tasa de feminicidios en América Latina y el Caribe.
Anteayer ocurrió el último, en la ciudad de Minas, departamento de Lavalleja. El nombre de la víctima no trascendió pero pudo ser el de cualquiera de nosotras; aquí, ninguna mujer está a salvo.

Casualmente (¿?), el matador es, otra vez, integrante de las Fuerzas Policiales del Ministerio del Interior.
Pero el tema no es tan sencillo como aparenta, porque si bien este es un índice que debería generar en las Autoridades determinadas medidas efectivas -tal cual reclama el propio Sindicato Policial-, también podríamos considerar el hecho de que es la mujer quien preferentemente “educa” -a varones y niñas”- o, trasladándonos a otro plano, observar cómo el poder político incumple con la cuota de género que rige a nivel legal para la asignación de representantes.

¿No será momento de diseñar, sin improvisaciones, una política de Estado que ataque este flagelo? ¿O la intención es “pan y circo”? Los colectivos necesitan, sí, expresar públicamente su dolor, pero el efecto de un analgésico se calcula en unas pocas horas. ¿Y después? Después, habrá otra y otra y otra manifestación...
Porque, a pesar de que la mujer trabaje -y trabaje extra e intramuros, o sea la naturalizada doble jornada-esta sociedad sigue siendo eminentemente machista.
 ¿O no?




No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por tu interés